La biomecánica es la ciencia que estudia el movimiento de nuestro cuerpo.
El 80 % de las lesiones y dolor en los pies tienen un origen mecánico, y en la mayoría de los casos afectan indirectamente al resto de las estructuras del cuerpo como rodilla, cadera y columna, por lo que realizar un estudio de la pisada nos va a dar información muy importante sobre el origen del problema.
Un estudio biomecánico de la pisada consiste en analizar el movimiento del pie y su comportamiento en estática y dinámica, así como su influencia sobre el resto de las estructuras del cuerpo, detectando cualquier alteración en su función normal.
Para ello disponemos de sistemas de exploración informatizados que nos permiten obtener un análisis detallado de la distribución de presiones durante el apoyo plantar, posibles desviaciones posicionales y pruebas de estabilidad.
1. Exploración física muscular y articular.
Análisis de la estructura anatómica y sintomatología clínica.
2. Pruebas clínicas y tests funcionales.
Valoramos desviaciones respecto a los parámetros de normalidad.
3. Exploraciones complementarias.
Según el caso, realizaremos pruebas de diagnóstico avanzado para estudiar la zona lesionada.
4. Exploración estática en carga sobre plataforma baropodométrica.
Análisis de presiones plantares y estabilidad del pie cuando está sometido al peso corporal del paciente.
5. Exploración dinámica con filmación cinemática en alta velocidad.
Análisis del patrón de marcha en movimiento y su influencia sobre rodilla, cadera, columna.
6. Escaneado digital 3D del pie.
Captación de la morfología estructural en detalle.
7. Valoración de necesidad de tratamiento.
Posible evolución y expectativas de mejoría.
- Dolor en los metatarsianos: Dolor en la zona delantera de la planta del pie.
- Fascitis plantar y espolón calcáneo:
Dolor en la zona trasera de la planta del pie.
- Deformidades del arco plantar: Pie plano/cavo y desviaciones posteriores del tobillo.
- Tendinitis y lesiones musculares: esguinces, fatiga muscular…
- Inestabilidad en tobillo.
- Dolores posturales del cuerpo: Sobrecarga producida por alineación incorrecta de los ejes corporales.
- Distinta longitud de las piernas: Dismetrías y basculaciones pélvicas.
- Afectación de articulaciones: Condropatías y desgaste articular en pie, rodilla, cadera, columna, etc...
- Alteraciones neurológicas: congénitas o adquiridas.
Durante la infancia, el sistema musculoesquelético está en constante cambio, con lo que el estudio biomecánico cobra especial importancia para detectar de forma temprana posibles alteraciones que pueden ser corregidas durante el crecimiento, evitando así complicaciones en la edad adulta.
Es necesario realizar un exhaustivo seguimiento de la evolución física y correcto desarrollo de los miembros inferiores del niño, adaptando tanto los protocolos de control como el tratamiento a los cambios específicos que experimentan sus pies en cada etapa.
La primera visita al podólogo debería realizarse en torno a los 4 - 5 años. En este momento podemos evaluar cómo se ha ido conformando y estructurando el pie pediátrico, siendo a su vez una edad idónea si es necesario planificar una intervención eficiente sobre el miembro inferior.
- Pie plano infantil: Pies con el arco disminuido, el arco aumentado o alteraciones en la alineación de los dedos.
- Rodillas en valgo: Morfología de las piernas que produce cansancio y dificultad al caminar
- Caídas frecuentes: Suelen indicar falta de estabilidad.
- Sedentarismo y dificultad durante el ejercicio: Cuando el niño no se siente bien caminando abandona pronto la actividad física.
- Dolor en talón: dolores en pie y piernas sobre todo en niños que realizan alguna actividad deportiva.
- Caminar en puntillas: Marcha en puntillas o con las puntas de los pies hacia dentro o fuera.
La práctica de deportes o actividad física frecuente, si bien es muy beneficiosa para la salud, también puede exponer a los puntos de sobrecarga como los pies, a un gran impacto y estrés muscular.
Al realizar un estudio de la marcha obtenemos una información muy valiosa para detectar desequilibrios posicionales o hiperapoyos que puedan derivar en lesiones físicas. También nos permite analizar cómo mejorar el rendimiento diario y deportivo, con el menor gasto energético, optimizando así cualquier ejercicio.
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