CLÍNICA DEL PIE DÍEZ TORICES es un centro especializado en la prevención y tratamiento integral de las patologías y alteraciones del pie.
Dirigida por Fco. Javier Díez Torices y Paula Díez Vidal, CLINICA DEL PIE DIEZ TORICES centra todos sus esfuerzos en el estudio y bienestar del pie.
Durante más de 30 años dedicados a la podología, hemos contribuido a la calidad de vida de miles de pacientes de ámbito nacional, convirtiéndonos en centro de referencia de nuestra especialidad.
Nuestra amplia experiencia, comprensión de la patología y permanente investigación en el desarrollo de técnicas innovadoras, nos permiten dar solución a diferentes afecciones del pie, muchas de ellas de gran complejidad.
Para poder afrontar estos retos realizamos un minucioso análisis personalizado de cada caso poniendo toda nuestra atención en dar una completa información a los pacientes, creando así el clima de confianza necesario para maximizar la efectividad del tratamiento.
La clínica cuenta además con modernas instalaciones y equipamientos técnicos, donde nuestro equipo profesional trabaja para conseguir los mejores resultados posibles.
Para abordar la patología podológica, enfocamos el tratamiento como un concepto global, poniendo a disposición del paciente diversas alternativas terapéuticas, muchas veces complementarias entre sí, para obtener una solución integral a los problemas del pie.
Las afecciones del pie suelen tener un origen multifactorial, que hace necesario realizar un profundo análisis de los agentes implicados en su desarrollo.
Una vez realizado un completo estudio y diagnóstico del pie, el paciente es informado con detalle, tanto de la causa de su patología como de las diferentes opciones, orientándole sobre la más adecuada para su caso.
Éstas opciones abarcan desde tratamientos básicos o paliativos, a tratamientos más completos o definitivos.
La cirugía podológica ha experimentado grandes avances en las últimas décadas, suponiendo hoy día una de las principales alternativas para resolver las patologías y deformidades que afectan a la estructura y funcionalidad del pie.
Cuando los tratamientos paliativos resultan insuficientes, la cirugía podológica nos permite actuar sobre el origen de la patología, eliminando así el dolor y los efectos que produce la misma.
La cirugía mínimamente invasiva (cirugía M.I.S. “Minimally Invasive Surgery” o Percutánea) ha sido nuestra especialidad durante los más de 30 años que llevamos realizándola.
Nuestros inicios en la cirugía M.I.S. se remontan a mediados de los años 80, cuando en diversos viajes formativos conocimos de primera mano el comienzo de su instauración en Estados Unidos, donde se desarrolló inicialmente este tipo de cirugía.
Junto con un grupo de compañeros, formamos parte de la fundación de la A.C.A.P. (Academia de Cirugía Ambulatoria Podológica), la primera asociación podológica en España para el desarrollo de la cirugía del pie.
Por todo ello en CLINICA DEL PIE DIEZ TORICES nos encontramos entre los pioneros de esta técnica quirúrgica a nivel nacional, la cual hemos desarrollado y perfeccionado a lo largo de décadas.
Prueba de lo vanguardista de esta técnica es que, más de 30 años después de nuestros inicios, la cirugía de Mínima Incisión continúa extendiéndose cada día a más especialidades de la medicina por las ventajas que conlleva.
Para definir las virtudes de la cirugía M.I.S. hay que entender que esta técnica, realizada siempre con anestesia local, nos permite modificar las estructuras osteoarticulares sin visualizarlas directamente, gracias a su monitorización a través de imágenes fluoroscópicas, minimizando así la alteración de los tejidos adyacentes a la zona donde se actúa.
Con la realización de incisiones milimétricas conseguimos mantener la integridad de dichas estructuras, lo que favorece la estabilidad intrínseca de las correcciones efectuadas y elimina la necesidad de usar material de osteosíntesis (agujas, tornillos…) para fijar estas correcciones. De esta manera las molestias postquirúrgicas se reducen al mínimo, y se acorta el proceso de recuperación, con un gran resultado estético y funcional.
Se trata pues, de una cirugía ambulatoria que permite al paciente salir caminando por su propio pie, y hacer una vida relativamente normal durante el periodo postquirúrgico, a lo largo del cual se controla y dirige la evolución del pie.
Por último, la cirugía de mínima incisión resulta también muy adecuada para resolver patologías y deformidades de gran complejidad en los que otras técnicas no han conseguido los resultados esperados.
Desde un punto de vista estructural, el pie funciona como elemento base de apoyo durante la marcha. Recibe las fuerzas reactivas del suelo y las transmite al resto del cuerpo, propulsándolo en su desplazamiento.
Con mucha frecuencia se producen alteraciones biomecánicas y desequilibrios funcionales que dan lugar a efectos perjudiciales tales como: tensión muscular, dolor, inflamación, inestabilidad, esguinces, deterioro articular, etc. Estos trastornos que se manifiestan en el pie, repercuten a nivel superior en el resto de la cadena cinética del cuerpo, pudiendo causar afecciones en rodilla, cadera o columna.
Para poder determinar el origen de la afección, realizamos un completo estudio en el que se diagnostica la patología y establece la pauta para su resolución. Posteriormente elaboramos ortesis plantares (“Plantillas”) a medida. Estas ortesis permiten restaurar la funcionalidad y corregir o compensar las alteraciones biomecánicas diagnosticadas. Por medio de una redistribución de los apoyos aportamos estabilidad durante la marcha y mejoramos la postura del resto del cuerpo.
El exceso de presión que el calzado ejerce en el pie, unido muchas veces a un desequilibrio en el apoyo o deformidad de los dedos, produce con frecuencia alteraciones a nivel de la piel y las uñas.
Mediante el mantenimiento de la salud del pie se previenen y tratan las afecciones dermatológicas más habituales tanto en niños como en adultos, prestando siempre especial atención a los pacientes de riesgo con patologías crónicas (diabetes, enfermedades reumáticas, etc.).
Problemas dermatológicos o de la piel:
Hiperqueratosis o helomas (“durezas o callos”), infecciones por hongos (micosis o “pie de atleta”), infecciones víricas (papilomas o “verrugas”), infecciones bacterianas (eritrasma, queratolisis punteada), alteraciones de la sudoración (hiperhidrosis, bromhidrosis), enfermedades de la piel (queratodermias, eczemas, dermatitis, psoriasis, tumores, etc).
Problemas ungueales o de las uñas:
Onicocriptosis (“uñas incarnadas”), infecciones recurrentes (granuloma), onicogrifosis (“uñas engrosadas”), onicomicosis (“uñas con hongos”), cromoniquias (cambios en la coloración normal de las uñas), exóstosis o prominencias óseas subungueales, tumoraciones, etc.
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